Islas Filipinas, 1945. El sexto batallón de los Rangers americanos, bajo el mando del Teniente Coronel Henry Mucci, tienen una misión de rescate casi imposible. La trama es de adentrarse treinta millas en territorio enemigo japonés, para la liberación de 500 prisioneros de guerra, confinados en el campo Cabanatuan, supervivientes de la trágica marcha de 96 kilómetros (de la muerte) que siguió a la batalla de Bataan, en donde quien se quedaba en el camino por cansancio y agotamiento eran torturados cruelmente.
Se trata de una película que nos enseña las estrategias que utilizaron en la planificación cuidadosa del rescate de los rehenes que tenían en su poder los japoneses. Al realizar dicha planificación, el ejercito estadounidense, hacían sus apreciaciones constantemente teniendo controlado los movimientos de los japoneses.
Las condiciones de vida de los rehenes era nefasta; no tenían acceso a una buena alimentación ni al uso de medicamentos, por lo que quien se enfermara de situación no pasajera, moría. El soldado japonés que tenia a su cargo los rehenes, poseía un liderazgo directivo, ya que cumplía las medidas de coercion que prometía, pues sentaba un precedente al demostrarles a los rehenes que por cada uno que quisiera huir mataría a 10 más, cumpliéndolo así al pie de la letra.
El comandante del ejército estadounidense no dejaba que sus subalternos lo asesoraran, tenía un estilo de liderazgo directivo, pero al darse cuenta que al final tenían razón los subalternos, accedió para lograr el objetivo que era rescatar a los rehenes. Los factores de liderazgo que utilizó el comandante de compañía del ejército estadounidense era comunicación, jefe, subalterno y situación, marcando un estilo de liderazgo participativo.
Se trata de una película que nos enseña las estrategias que utilizaron en la planificación cuidadosa del rescate de los rehenes que tenían en su poder los japoneses. Al realizar dicha planificación, el ejercito estadounidense, hacían sus apreciaciones constantemente teniendo controlado los movimientos de los japoneses.
Las condiciones de vida de los rehenes era nefasta; no tenían acceso a una buena alimentación ni al uso de medicamentos, por lo que quien se enfermara de situación no pasajera, moría. El soldado japonés que tenia a su cargo los rehenes, poseía un liderazgo directivo, ya que cumplía las medidas de coercion que prometía, pues sentaba un precedente al demostrarles a los rehenes que por cada uno que quisiera huir mataría a 10 más, cumpliéndolo así al pie de la letra.
El comandante del ejército estadounidense no dejaba que sus subalternos lo asesoraran, tenía un estilo de liderazgo directivo, pero al darse cuenta que al final tenían razón los subalternos, accedió para lograr el objetivo que era rescatar a los rehenes. Los factores de liderazgo que utilizó el comandante de compañía del ejército estadounidense era comunicación, jefe, subalterno y situación, marcando un estilo de liderazgo participativo.
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